jueves, 21 de marzo de 2013

Un instante

Me desvanezco
como agua,
siento celos
de mi propia sombra

Quien pretendo ser
ante la mirada en el espejo
O ante el corazón
de un ser

Que puedo hacer
con el fantasma que le habita,
que llenó los espacios de vacío

Solo permítame, 
usted señor
disfrutar 
por el tiempo necesario
de su esencia,
su presencia.
Para decir que la felicidad
es eterna

Mientras me guarde
en su corazón,
como una flor
en un libro

Eterna y marchita
en la presencia 
de su realidad,
pero tan viva
en su pensamiento
como el día de ayer,
cuando sus labios 
se tornaban azules
Y su mirada
se perdía en mí

Como la soberbia,
como la sed,
Como todo
lo que no se decir
Y siento

8/01/2013

Didi - 
Gracias por dejarme escuchar de su voz, 
estas letras escritas y pensadas 
gracias a su presencia, 
por haberlas leído 
y cada una llenarlas de pensamientos
que aunque diferentes las supo tener.